A nivel sudamericano, es el segundo mayor cervecero en Argentina, además de participar en la industria de cerveza, aguas y bebidas en Uruguay, Paraguay y Bolivia; en la industria de cerveza en Colombia y en la de pisco en Perú.

Luego de varios años de una intensa expansión y una diversificación sostenida que le permitió a CCU consolidarse como una destacada house of brands regional, la compañía se planteó la necesidad de re-enfocarse en la formulación de los principios fundamentales de su identidad y, en particular, en la construcción de una identidad compartida que respondiera a la evolución experimentada en el último tiempo y a los nuevos desafíos de la organización, el mercado y los consumidores.

El esfuerzo inicial de la asesoría, que se extendió en total por poco más de un año, estuvo puesto en facilitar, inspirar y dirigir un intenso proceso colaborativo en la organización que permitió formular y consensuar un Propósito Compartido e Identitario expresado en un «Manifiesto de Marca» y en un «Tablero de Identidad».  Ambos recursos, son ahora pilares fundamentales de la plataforma de marca y dan contenido y visión al «SER CCU», concepto que sintetiza valores, principios, beneficios, compromisos y un conjunto de declaraciones que la marca reconoce como la esencia de su identidad.

Seguidamente y ante el desafío de dotar a la marca de una expresión visual alineada con estos renovados principios de identidad, propusimos una estrategia de diseño que potenciara aquellos aspectos que acercaran a la compañía al imaginario,  posicionamiento  y experiencias de consumo que ofrecen sus marcas y productos por sobre la formalidad corporativa y conservadora que la alejaba de sus consumidores.

Re-creamos entonces el tradicional logotipo CCU y lo resolvimos con un estilo visual más cercano, expresivo y contemporáneo, que encontró una gran aceptación en la organización por cuanto se reconoció en la propuesta la acertada interpretación visual de los principios de identidad conquistados en el proceso previo.