Cuprum fue adquirida en 1988 por Empresas Penta S.A., propiedad de Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano. Estos empresarios mantuvieron bajo perfil, pero alta influencia en la política y mundo privado durante muchas décadas.
En el año 2012 Empresas Penta inició la venta de su participación accionaria en AFP Cuprum a Principal Financial Group.
Años después se sabría que este lento proceso de venta de activos respondería a la inminente formalización por delitos tributarios que enfrentarían Délano y Lavín en 2015, tras el bullado “Caso Penta”.
El público objetivo al que estaba dirigido Cuprum eran hombres y mujeres del GSE ABC1, entre 25 y 59 años, sobre todo a rentas altas.
El año 2000 la agencia Larraín & Asociados le encargó a Juan Carlos Berthelon el diseño de la nueva marca gráfica de la institución. Hasta ese momento el logotipo de Cuprum era un símbolo diagramático que nos recordaba al símbolo alquímico del cobre, heredado de la época de pertenencia a los empleados de Codelco.
¿Como transmitir esos atributos como seguridad, estabilidad, solidez, agilidad, etc., tan importantes para una institución que manejan las pensiones de todo un país?
Provocando un contrapunto entre la solidez, estabilidad y seguridad representados por una tipografía helvética black de la palabra Cuprum en un color azul oscuro, con un espaciado entre letras muy reducido, y la agilidad representada por una tipografía helvética light de la sigla AFP con un cambio de color al amarillo.
Este juego de contrastes le otorga al logotipo un look diferente y único.
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