La propuesta fue presentar el nombre en una tipografía amable de terminaciones curvas, en blanco lácteo, enmarcado en un óvalo rojo que la destacara y defendiera en las estanterías saturadas de otras marcas. La vaca, por su parte, fue una proposición estratégica para asociar desde un comienzo a la marca con productos naturales, en un momento en que las margarinas ingresaban al mercado. 

El óvalo rojo ha sido intervenido recientemente dándole una forma más sinuosa, y se le ha agregado volumen al logotipo.

Diseñada por Mario Fonseca, fundador de Diseñadores Asociados.

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